sábado, 10 de mayo de 2008

A veces pareciera que todo lo es,
tal como volver al bar, al mismo de siempre con su sillón negro
y el resto que podría contarte con un té de amapolas de por medio...
(no me mirés asi, ya se que hace mal esa clase de infusiones, pero por una taza
llovida de azúcar, renunciaría a mi colección de cosas suaves)
...azúcar... cuanto blanco, como este espacio, y la mente,
también las hojas antes de dibujar,
la mente...mi mente, la de todos,
por abundancia de ruido,
o exceso de silencio,
sabes? ... no me quedan dudas de que afloran las cosas
lindas, de las tardes, mañanas y ventanas de cada historia leída,
tampoco de nuestra debilidad para coleccionar de estos libros...
libros...los libros de la buena memoria,
me he comprado unos cuantos usados frente a la estación de la plata,
pero rara vez vuelven a caer mis ojos sobre ellos...a veces
solo me gusta oler sus hojas viejas, o bien
acariciar las contratapas.

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